viernes, 23 de marzo de 2018

Fiorella Terrazas


T O D A S L A S M A N O S N O S E P A R E C E N

Colgar dormido de un parapente
D E S E O
y N O  V E R
basura que se acumula en esos orificios de ciudad
tan parecidos a mí
no leo hace 5 meses como desaparecida
hace más de 20 semanas que gusto de escapar de la falsedad
a medias,
la verdad se apaga de noche
para tomar esta melodía en un vaso
herirme la lengua
raspar mi estómago con una queja.

Viví un último verano de desmotivaciones
que ahora acuño en la moneda hoja
sin metales de por medio
será Dios
o alguna nueva mentira vestida con los tordos que caminan en los alrededores de mi oficina
será esta imposibilidad de acabar con las ideas de muerte
de la mía propia
frente a la pantalla LED
será que me consume la tinta como lo sugirió mi madre
o quizás será que mi padre ya no soporto más
y se desencadenó de cintas para derramar el odio acumulado
así le suma a mi placer de ausencia
al que ya no tengo,
que se apagará con maullidos de gato
será que la familia más grande es la culpa
de no haber parchado bien este agujero del corazón
y la sangre aún brota por debajo
cada mes cada vez más dolorosa
cómo olvidar de una vez el dinero de que me hace falta
cómo volver a coger un lapicero con el logo de una empresa de color vistoso
y luego hincarme y convertirme en lo real
de la felicidad
y no lo real de la amargura

T O D A S L A S M A N O S N O S E P A R E C E N


POEMA SIN TITULO

En dos minutos de odio escuché el ranking de la radio
di rienda a la nueva heterodoxia
en el rostro del más viejo de la sala
y en dos minutos más de odio causé el mal mediante un grupo de mensajes de móvil.

La revolución estará completa cuando la lengua sea perfecta: reducida a una palabra,
y el espanto se vivirá en no saber cómo llamar a un alarido bajo la piel.

Es random la inteligencia y el miedo no es perfecto
es sencillo hacerse cargo de revivir
y atar los cuerpos a un cableado por donde se robe internet.

La tv nos llena la cabeza con ideas insanas
le dan dos minutos de opio a los asientos en primera fila
y comete un crimen que suena retórico.

De mi nacen los niños que tiemblan
se rompen las columnas de la casa para que sangre una familia
se compra cocaína mientras ellos soportan el hambre en una esquina
lloramos el desamor frotando una toalla
algún muro de ciudad tirita
y vuelan plomos para cuatro inocentes
nosotros empozados en tinas de panfleto
crecen las fobias
para sentirnos puros rompemos nuestras uñas
no admitiré la hipocresía de tomar en brazos a la maestra del trapo
y ayudarle a cruzar la calle
no admitiré que las madres exijan trabajemos para el gobierno
si ya no hay belleza en este paraíso,
sólo este zumbido imparable en el oído
buscaré el agua y drenaré allí lo que me sofoca.

He tardado 400 noches en convencer a una mujer de que sea mía por 30 minutos.

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