jueves, 23 de marzo de 2017

Yovana Placencia Pardo


A MIS TÍAS...


Cuentan la historia, de un niño loco
que todos los días se hacía un poco.
Pero llegó al Jardín "Pulihuen" y las tías le
enseñaron que no se tenía que hacer.

También le enseñaron a jugar y a cantar,
a decir gracias y alabar a Jehová.
Ya casi un año ha pasado y me emociono al
pensar en los logros que mi niño
me demuestra cada día más.

En mi corazón no cabe más dicha,
más gozo y no me canso de expresar,
las infinitas gracias que le doy
a estas "mamás".

Les llamamos tías,
pero no puedo olvidar
que les confío mi tesoro
y lo cuidan como tal.

Dios les bendiga y sus caminos ilumine
siempre; que el amor que expresan en sus
días se les retribuya con creces. 
  
Monte Águila - Chile
 

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