lunes, 6 de marzo de 2017

Juan Alberto Campos Cáceres


             OJOS, TRES OJOS
Caer antes del tronco
el menear a librado su pureza,
el día noche su poder de realeza.



Pedir la mano de aquella novela
cuando aparezca la verdad,
llamarla a gritos desconsolados
y huir a la cascada del amor y la paz.



El mañana no será pasado.



Me manifiesto con escomías de pobreza,
la palabra es de Pantaleón sincero,
yo comer de un basurero,
yo comer en mesa de cristal,
¿Cuál es mi yo verdadero?






El atardecer el verso del presente,
qué como en el mañana.



Fraile de la antigüedad sufrida,
el castillo pierde su miel de fieles,
la virginidad se transforma
receptores de la hermandad
al caballo de seis cabezas,
comer de él, en lo favorable,
en lo adverso.



El prado de mares y olas negras,
dialoga el manto de castilla,
si aún existes en aquel sillón de oro,
cambias por rock and rock



Luz… ¿Cuál es la mano que da de comer?- si
aún existes, llamaos.






Los denomino a un conflicto diplomático.
Es sentencia.

Quirihue

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