lunes, 12 de septiembre de 2016

Marta Elízabeth Còrdoba

                                              René Magritte
1
“Para ser poetas hay que tener mucho tiempo: / horas y horas de soledad son el único modo / para que se forme algo, que es fuerza, abandono / vicio, libertad, para dar estilo al caos. / Yo ahora tengo poco tiempo: por culpa de la muerte / que se me viene encima…”
Pier Paolo Pasolini

entre el mal y el bien de este amor que está tan dividido
que me hace bien que me hace mal de a ratos
y que me está matando pero que me da vida
porque con este amor se puede hacer cualquier cosa
menos evitar sus consecuencias
y aunque envejecemos cada vez de modo más acelerado
y se nos despedaza por centímetros la piel
y no sabemos en qué cama poner tanto amor
ni con quién o con qué nos acostamos o despertamos
y los fragmentos de estos cuerpos desmenuzados
que nadie levantará por temor a contaminarse
se unen en una noche cualquiera para tocarse
con los pies con la cabeza y con las manos
con la sola intención de unir cada pedazo
de cada amor por este país que está tan dividido
y que me está matando
 
2
en algún momento volvimos a ser menos humanos
por dos monedas y una sonrisa lo vendimos todo
profesamos historias ajenas como propias nos hicimos otros
hasta olvidamos los nombres de nuestros hijos
entonces
qué decir de la historia

celebramos la vida cuando todos se han muerto
y sin darnos cuenta nos morimos con ellos
nos sacamos los ojos
nos cortamos la lengua

en algún momento intentamos rescatar la memoria

sin decoro ensayamos la obra de todos los hombres
de todos los poemas


3
 sobre sus narices
en las calles sin muros
en las sombras de la vereda
hay hambre
en el cigarrillo que se termina
en el estómago que duele
en el sexo de la mañana

hay hambre
en la noticia que miente
el hambre

4
qué difícil será para ellos pensaba la otra noche
una más de las tantas que me mantienen en un insomnio
dosificado con gotas de limón que se inyectan a mis ojos
y sin poder cerrarlos y a fuerza de tanta perseverancia con
vaya una a saber qué propósitos han logrado que
me mantenga por años despierta de noche y como
si esto no fuera suficiente no puedo ver tampoco ni despierta
qué pasa realmente en el día

y si no fuese por ellos
a los que les hago tan difícil su estadía nocturna
entre charlas superficiales humo rancio y un vaso de vino barato
mientras sujetan mi mano y me tientan cada tanto a no escribirte
ya sabrías que no quiero que me hables no quiero que me escuches
porque de tanto estar con ellos me estoy convirtiendo en un fantasma





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