miércoles, 16 de marzo de 2016

Lorena Brito

                                                   Cuadro de Emma Cano

CONCATENACIONES
I
– El flujo se interrumpe, la información no llega como corresponde.

– ¡Caray!

– No fluye. Eso provoca revolución y caos.

– ¿Tan grave es?

– Tanto.

– Quizás no.

Bajé la escalera, sentí el dolor punzante y me perdí en el olvido.

El infarto no me dio tiempo.

II

“¡Por fin fuera del consultorio! ¡Qué tarde! Encima se le ocurre morirse en la puerta. Los otros pacientes huyeron despavoridos. Espero que no haya llamados de abogados. Eso me pone loco. Fue todo rápido y natural... Nada tuve que ver, nada se pudo hacer.”

Pasó por el bar, tomó dos cafés y se fue al departamento. Encendió la TV sin verla.

Le escribió a su amiga, pero no tuvo respuesta. Jugó un rato con su Play.

El beeper de Emergencia resonó en la pequeña sala. Salió sin dormir.

III

Cuando Luisa escuchó el tono del mensaje de texto gruñó. Dio media vuelta para seguir durmiendo, pero sabía que no lo conseguiría. Resignada, encendió el velador y leyó en su celular.

¿Aún no se acostumbra?, pensó despectiva. Tendré que soportarlo otra vez. Qué mala suerte que tengo.

Se levantó y, en desabillé, preparó un té. Amanecía. Se vistió muy tran­quila tarareando. Salió para ir a su trabajo en la Morgue del Hospital. Nunca llegó.

IV

Clic.

Bienvenidos, estimados oyentes. Damos comienzo al programa con las noticias que usted necesita saber para salir de su hogar.

Tengan en cuenta que el accidente en la autopista demorará el tránsito al menos dos horas. Al parecer, el choque entre un camión y tres autos provocó varios heridos, algunos de gravedad, y la insólita muerte de una conductora que, según el informe policial, no habría escuchado la bocina del camión por llevar auriculares. Ampliaremos en instantes.

El resto de los accesos a la ciudad mantienen la circulación lenta, pero continua.

Seguidamente escucharemos a La Voz, en una de sus maravillosas interpretaciones.

Clic.

V

Mientras viajaba escuché aquella canción. La recordé tan bella como la noche en que, contra todos los pronósticos, me animé a hablarle.

Sus ojos siguen siendo esquivos, a veces fríos... pero tiene un misterio que me seduce. La conquistaré, estoy decidido. Nadie lo impedirá.

¡Qué caos hay en el hospital! Nada peor que el insomnio para atender una guardia. La tensión me mantendrá alerta, pensé. Jamás imaginé encontrarla sobre su propia mesa de trabajo. En el bolsillo de sus jeans aún tenía el celular con mi texto.

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