lunes, 24 de agosto de 2015

Luis R.Calvo



La Caida

 
Uno retiene las cosas
para llamarlas por su nombre
pero no es el nombre
lo que predispone al vacío.
 
Uno precipita con sus ojos
la caída del mundo
para inventar otras regiones
que nos devuelvan lo perdido.
 
Pero ¿Quién se esfuma
por las blancas colmenas
como una mujer perturbada
por los comensales en ruinas?
 
La memoria en llamas
invade otros tiempos.
         
 
                     VII
 
No era cuestión de perder el tiempo
en erróneas conjeturas.
 
La soledad de la infancia
nunca admitió liviandades.
 
De ese furor por desentrañar
los nudos de la vida
 
una madeja siempre caía
al pozo ciego más insospechado.
    Pintura de Lohmuller Gyuri

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