sábado, 21 de marzo de 2015

Pablo Resa (Argentina)


Hipocamos


Un amor de hipocampo
una fe de las pocas que me agitan

persigo con la vista el ramaje
que se alza en la cresta de la ola
festejo mi condición de caracol mínimo
de insecto deseante y diminuto a ras de tierra
y a lo mejor hasta alcanzo a rozar como quien mima cristal
con la intuición de avanzada sobre
los mascarones de proa de tus pezones
una de las pocas formas de dios que me vive
cada cual a su manera de enfrentar la muerte pienso
cada cual a su perpetuidad a su ventana eternitud
yo aquí en la mía por debajo de uno de mis dioses
vos aquí en tu momento dios y así
nos sucede que es una fe esto de amarnos
aunque vea para creerla sea de ojos abiertos o cerrados
es una fe y si prefieren vamos a los diccionarios
no me molestan las denotaciones como tampoco
las voces de Vicente y su desfile masivo en columnas de ecos
puedo vivir con el sentido común merodeando sus discursos
y salir cada vez más ileso de semejante atentado
puedo verme rodeado de frase hecha boca de jarro
de banderas de escudos y blasones
de la razón de las sinrazones
los sembradores de vida me han dado de beber
y puedo entonces atravesar temor ajeno
cada vez un poco más y cada vez
llevándome más de sus lecturas sus laureadas ojeras

pero estaba hablando de otro lauro
uno que me da fuente y norte al mismo tiempo
manecilla a las mil doscientas alguien diría
magneto llevándome consigo brújula enardecida
mar de ramaje noche por sobre mí mientras yo en ella
yo dentro de una de las escasas de dios que reconozco
como los ojos de mis hijos como el abrazo del amigo
como cada confrontación con lo esquivo y lo fundante
yo en ella como un mástil entrando en la tormenta
yo una forma diminutiva de pronunciar la fe
yo que tan pocas veces dije y diré

pero volvamos a las manecillas
manos pequeñas por gracia polisémica
mujer de mi vida por sed politeísta
sagrada niebla envolviendo un faro en extravío
tremenda lluvia cayendo como caen
amorosamente las estrellas de excepción
jinete a la cabeza de un bendito Caos
golpe de pan rallado en lo de ver queriendo ver
golpe a repetición de cadalso y de cadera

y cada quien venía diciendo
a su forma de vencer
esta por caso
haciéndose el mutuo amor
el buen amor con la muerte.

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